En esta sociedad se espera que el hombre esté siempre dispuesto a tener relaciones sexuales con quien se deje o con quien se pueda, de no hacerlo su hombría se pone en duda. La realidad es que no es cierto que los hombres estén siempre dispuestos y tampoco es cierto que lo disfrutan sin importar quien sea la chava, también es mal visto que el hombre se niegue cuando una mujer quiere tener relaciones sexuales con él, esta idea errónea no le permite defenderse y decir no quiero.
Cuando un hombre no quiere tener relaciones sexuales y la mujer lo obliga, éste se puede sentir violado o violentado, ya que la mujer lo está usando o atacando sexualmente. La mujer puede manocearlo, quitarle y quitarse la ropa para que él se excite, lo que le puede provocar tener una erección por miedo o enojo y entonces abusar de él, también puede sufrir golpes, ataduras físicas, penetración usando algún objeto, entre otras cosas; esto provoca trastornos por estrés postraumático, es decir, sufre de angustia psicológica a largo plazo, puede llegar a tener miedo de volver a ser violado.
En un estudio de 115 hombres que fueron atacados sexualmente el 7% fue atacado por una o un grupo de mujeres y un 6% tanto por un hombre como por una mujer.