En una clase con alumnos de primero discutíamos quiénes eran más fieles.
Los hombres decían que ellos y las mujeres que ellas.
Algunos argumentaban que las mujeres eran unas locas, infieles, mientras que ellos no eran así, ya que por ser hombres la situación era diferente, ya que las mujeres se podían llegar a embarazar y los hombres no.
Una de las chavas explicó que hay muchos más machistas que feministas, que por eso piensan de esa manera, pero que los dos son iguales de infieles.
Otro chavo explicó que era igual tanto para hombres como para las mujeres que los dos pueden ser infieles. Uno más explicó que sólo los animales pueden ser fieles a su pareja.
Lo que yo creo es que el ser humano es monógamo por temporadas, es decir, ustedes pueden tener una pareja y durar con ella digamos seis meses, fueron monógamos durante seis meses porque sólo anduvieron con esa persona. Cuando termina la relación se busca otra persona para volver a ser monógamos con esa persona, puedes durar unos meses o años con ella antes de buscar una nueva relación. Son realmente pocos los que deciden quedarse toda su vida con el primer novio o novia que tuvieron.
Aunque se habla de fidelidad y derecho de exclusividad, es decir, no compartir a su pareja, se puede decir que los noviazgos en la secundaria realmente no duran mucho, ya que lo que se busca es explorar y descubrir qué es eso de tener novio o novia; pueden ser “amigos cariñosos” darse unos besitos y luego seguir su vida “como si nada”, ya que no están pensando en ser novios o en ser pareja, sólo se gustan, nada más.
Es diferente el adquirir un compromiso en el cual uno acepta andar sólo con una persona sin importar si alguien más les llega a gustar, ya que los une una relación sentimental y otra cosa es estar con alguien que les gusta físicamente y que cuando llega alguien que les gusta más, deciden dejar a la pareja por la que les gustó más. Nadie te puede “robar a tu novia o novio”, uno decide con quien estar o a quién dejar.
Así que tanto el hombre como la mujer tienen las mismas probabilidades de ser fieles o infieles, dependiendo el nivel de compromiso que se tenga con la pareja. Es más fácil cambiar a la pareja cuando lo que los une es sólo lo físico.
