Entré a clases cuando dos de los muchachos comenzaron a jugar, uno de ellos estuvo suspendido por mala conducta, hacían ruido, aventaban sus útiles al piso, se tiraban de la silla y uno de ellos acusaba al otro diciéndome reiteradamente que lo reportara, que lo bajara a la dirección, ambos riendo. Ese tipo de actitud tiene como objetivo desesperar a la profesora o al profesor, están acostumbrados a que se les llame la atención, necesitan hacer escándalo, llamar la atención y buscan que se les grite, retan a la figura de autoridad.
Uno de los chicos implicados me preguntó ¿No lo va a llevar a reportar?
- No.
- ¿Por qué no nos va a reportar? (ya que eso es lo que esperaban, que me desesperara y comenzara a gritar)
Entonces me dirigí al grupo y comenté:
- A veces, no nos gusta lo que estamos viviendo y nos sentimos enojados o tristes, no sé qué es lo que estén viviendo en su casa, con su familia o en la escuela o con sus amigos, pero debe ser algo que les molesta mucho y lamentablemente no tienen otro lugar dónde desahogarse que en la escuela; yo entiendo que tengan una gran necesidad de portarse así, porque realmente lo necesitan.
En ocasiones apenas se levantan y ya tienen que estar escuchando a sus padres pelear o que los despierten con gritos ya sea alguno de sus hermanos o hermanas o sus padres. Entonces ustedes llegan enojados aquí a la escuela o al contrario, se pueden sentir aliviados y libres de estar fuera de su casa, aunque eso también es triste; algunos otros aparentemente les dan todo, y aún así se sienten solos y desearían que de vez en cuando les pongan límites, porque eso significaría que realmente les importa lo que ellos están haciendo.
- A mi me grita mi mamá todos los días cuando me subo al coche, dijo una de las chicas.
-
Y eso te puede poner de malas o triste. (me volví a los chicos en cuestión) Así que yo creo que ya tienen demasiado con lo que están viviendo, como para que yo contribuya reportándolos y con ello aumentar el peso de lo que ya están viviendo, y que les molesta tanto como para venir a desahogarse en la escuela.
Los chavos se tranquilizaron un poco y yo continué con la clase.
