Algunos hombres son violentos, maltratan a las mujeres por diferentes circunstancias, puede ser porque eso es lo que aprendieron, vieron a su padre maltratar o ser malo con su madre y cuando crecen repiten lo mismo; porque no saben “expresar su cariño” de otro modo más que a golpes o con maltratos; porque no se pueden desquitar con quien se molestan y entonces se desquitan con alguien más débil que ellos. También existen mujeres que aprendieron de niñas que es “normal” que los hombres maltraten a las mujeres, y cuando crecen buscan parejas que las maltraten.
Tanto en estos casos, como cuando la persona no vivió en su infancia ese tipo de violencia, es probable que estemos hablando de un problema que se llama violencia doméstica, es decir, la mujer se enamora de un hombre que finge ser de una manera y cuando ya son pareja, se muestra tal y como es, poco a poco le va quitando su autoestima, comienza a humillarla, la critica y ofende, le dice que se calle, es injusto con ella, no la toma en cuenta, hasta llegar a los golpes, por lo cual la mujer ya casi no sale de la casa o de plano se aparta hasta de su familia por la vergüenza de que la vean con moretones.
De tal manera que esa mujer pierde la confianza en ella misma, él la convence de que ella es una inútil y que sin él no es nada, ella aprende a no discutir, a aceptar como cierto todo lo que el hombre dice, aún si ella sabe que él está equivocado, pero para que él no se enoje ella se aguanta en silencio.
Esta situación no sólo le afecta a la mujer, sino también a los hijos, los cuales pueden aprender a ser como él o como ella o pueden crecer con mucho miedo de tener pareja o de buscar una relación estable de pareja, también pueden tener problemas escolares, faltar a clases por los golpes si es que a ellos también les tocan las tundas dadas por el padre, o si la madre esta tan golpeada que no puede salir de su casa.
También existen mujeres que son malas con los hombres, el comportamiento es parecido al de los hombres violentos. Generalmente no piensan en las necesidades de su pareja ni de sus hijos, son personas egoístas que buscan su propio beneficio, humillan, maltratan y critican a su pareja, pueden usar el chantaje para lograr que los demás hagan lo que ellas quieren, o la violencia como puede ser desde insultos hasta golpes; pueden sentir un rencor hacia su propia vida, y tienden a echarle la culpa de lo que no lograron a los demás, se desquitan con su pareja al hacerlo sentir inútil y lo convencen que sólo ellas pueden aguantar a un hombre como él y que fuera de ellas, ninguna mujer con sentido común se fijaría en él, así que debe estar agradecido de que ella se quede a su lado.
El hombres se vuelve inseguro, depresivo, callado, no defiende su derecho a opinar, antes de hacer algo pide el permiso de ella, y puede llegar a sacrificar a sus hijos los cuales también sufren la violencia de la madre, antes de ponerse en una situación de riesgo en donde ella desquite contra él su coraje, no importando si físicamente él es más grande y robusto, frente a ella se vuelve como un niño desprotegido.
No pide ayuda por vergüenza, ya que a un hombre maltratado por una mujer, generalmente se le ridiculiza y se le llama mandilón, cuando se le cuestiona el cómo llegó a formar pareja con esa mujer puede llegar a responder que “ella no era así”, o que “no es siempre así”.
Este tipo de mujeres puede mandar al hospital a algún hijo o a su pareja en un arranque de enojo, ya que no ve quién se lo hizo, sino quién se lo paga y como en el caso del hombre violento “ella siempre tiene la razón”, los parientes generalmente se fastidian de este tipo de personas y se alejan de ellas y su familia.
Claro está que estos son sólo algunos de tantos casos de violencia que se pueden presentar. Si te llegaras a encontrar en medio de cualquiera de los dos casos, no puedes resolver sólo la situación, busca ayuda en alguna institución, los problemas no se resuelven negándolos o ignorándolos, es necesario una red de apoyo que puede ser formada por conocidos, amigos e instituciones, todos juntos, no guardes silencio.
