Algunos se hacen amigos en la secundaria y continúan siendo amigos hasta la vejez, no se tienen que ver a diario, basta una llamada o una reunión cada que necesiten el apoyo uno del otro para verse.
Pero, ¿cómo lograr tener amigos? ¿Cómo ser amigo? ¿Para qué quiero yo tener amigos? Algunos somos muy callados, tímidos y nos cuesta trabajo acercarnos a los demás, así que preferimos quedarnos quietecitos en nuestro lugar, en silencio, en soledad, tenemos miedo a ser rechazados. Otros, se acercan de una manera agresiva, creyendo que son simpáticos fastidian a los demás o los hieren con sus palabras, el resultado es que poco a poco son rechazados y se quedan solos. Otros más busca una amistad superficial, pasajera, y después de obtener lo que quieren y usar a los demás, dejan a “sus amigos” y van en busca de alguien que les convenga más, a estos identifica y evita.
Cada uno tenemos diferentes experiencias sobre tener amigos, de tal manera que hay quien dice que los verdaderos amigos no existen, están decepcionados de sus compañeros; otros más dicen que los amigos son pasajeros, que se cuentan con una sola mano y sobran dedos, por ser tan pocos, exigimos que los demás sean buenos amigos, pero nosotros no queremos comprometernos en la relación de amigos y también ser ayuda para ellos. Para una minoría pareciera que es muy fácil, son aceptados y queridos por todos, son personas confiables.
Sin embargo, yo pienso que todos estamos esperando encontrar un buen amigo, pero ¿Sabemos nosotros ser amigos(as) de alguien más? Para ser amigo es importante saber apoyar al otro, acompañarlo, aprender a escuchar sin criticar todo lo que nos dice, ser cómplices, guardar secretos, aceptar a la persona tal y como es y aún cuando esa persona se sienta muy triste o muy enojada nosotros mantenernos a su lado, porque sabemos que nos necesita aún cuando en ese momento no lo diga.
Cuando vamos creciendo y dejamos de ser niños, nuestros intereses también van cambiando, necesitamos que nos dejen de tratar como niños, que los adultos dejen esa idea errónea sobre “¿Qué problemas puedes tener? Tu única obligación es estudiar, no te preocupas por nada más”. ¡Que equivocados están! También tenemos problemas que vemos como enormes, que no sabemos cómo resolver; lo cierto es que uno llega a sentirse solo y necesita a su lado a personas con las cuales pueda hablar, sentirse acompañado, sentirse aceptado, no criticado ni juzgado, ser uno mismo, sin necesidad de querer quedar bien por miedo al castigo o arriesgarnos a que nos hagan sentir culpables por no pensar como papá o mamá, a veces obedecemos en silencio, otras gritamos y rezongamos o nos encerramos en nosotros mismos con la esperanza de que nos dejen en paz.
Y es en ese momento en el que uno recurre a los amigos, y puedes sentir que ese amigo o amiga es casi un(a) hermano(a); con sólo verlo(a) uno siente cierta paz, con él podemos divertirnos, quejarnos, contarle nuestros problemas, pedirle consejo y hasta llorar sin sentir vergüenza porque no se va a burlar, no va a ir de chismoso, no va a “rajar”.
Todos necesitamos tener amigos para no sentirnos solos, y cuando tenemos un problema esos amigos pueden formar una red de apoyo, de tal manera que no nos van a dejar caer, no nos van a traicionar no buscarán meternos en más problemas y querrán lo mejor para nosotros, así como nosotros vamos a querer lo mejor para ellos, ya que la amistad es recíproca, es decir, para tener amigos, es necesario aprende a ser un buen amigo.
Claro que entre amigos no todo es color de rosa, no siempre van a estar de acuerdo, también se enojan entre ellos, la diferencia radica en que si son verdaderos amigos buscarán perdonarse, reconciliarse y hasta reírse de las cosas por las cuales se pelearon o por el malentendido.
Este es un buen momento para elegir a alguien o que nos elijan para ser verdaderos amigos. Recuerda: si quieres tener amigos, aprende a ser amigo. Los verdaderos amigos si son para siempre.