Hola. Pues mire déjeme comentarle en un principio de mi vida sexual yo creo que era un poco de inseguridad por no ser una joven con un cuerpo de Barbie los miedos la pena, etc. no permitían que disfrutara cada momento, entonces nunca disfrute siempre por complejos, posteriormente fue cambiando mi forma de pensar , pero siempre tuve timidez y ese paradigma que era algo inmoral el querer disfrutar del sexo; ahora ese problema ya está totalmente erradicado pero como nunca me interese en conocer mi cuerpo o disfrutar sin estar pendiente que pasa o no pasar, si termine o no, y esto ha llevado a sea bastante dificultoso llegar al orgasmo, ahora siempre he tenido una duda si un orgasmo es solo cuando sale liquido o hay diferentes tipo, porque muchas veces he estado pendiente de querer sentir tanto éxtasis y placer que al final no llego a nada.
Una de las primeras veces que tuve un orgasmo recuerdo que me faltaba el aire sentía tan emociones que sentí que mi corazón se pararía y me asusto tanto que me corte y a causa de eso prefería no sentir nada jajaja es gracioso pero como le repito hoy poco conocimiento de mi cuerpo. Otra cosa he escuchado y leído que al tocar el clítoris ayuda mucho pero en mi caso no soporto si da excitación pero a veces duele y prefiero no seguir.
Algunas veces he conversado con mi novio y le pregunto cómo si es normal lo que siento o no pero el como hombre no ayuda mucho.
Abrazos.
RESPUESTA.
Te recomiendo que te hagas un chequeo médico para ver cómo está tu salud, por lo que me dices de la sensación de falta de aire, ya que no es normal.
Toma una caja de chocolates y dale a probar a algunas mujeres, pídeles que te describan qué sensaciones les produce comer ese chocolate, te encontrarás que cada quien tiene una opinión que puede diferir poco o mucho de las demás, así es el orgasmo, es una sensación subjetiva, es decir, cada persona lo vive y siente diferente, con diferente intensidad, no necesitas desmayarte ni sentirte transportada a un mundo mágico para poder decir que tuviste un buen orgasmo.
En ocasiones separamos a la mente del cuerpo, la mente es lo racional, el cuerpo lo irracional, buscamos tener control sobre el cuerpo, así que nos podemos llegar a obsesionar con la idea de sentir lo que estoy pensando, un cuerpo insensibilizado tiene poca posibilidad de disfrutar de lo erótico, porque no nos damos la oportunidad de perder el control sobre nosotros mismos y disfrutar por el sólo placer de sentir. Ojo, no estoy diciendo que no te cuides ni tomes precauciones para evitar un embarazo o una infección de transmisión sexual, estoy diciendo que no te la pases pensando en que forzosamente tienes que sentir un orgasmo como tú crees que debe de sentirse.
Realmente no estamos en la relación cuando nuestra mente se ausenta del cuerpo, por ejemplo:
“Es que estoy gorda, es que estoy fea, ¿me puse desodorante? No me tocó las piernas, de seguro no le gustan mis piernas, claro, debí hacer ejercicio esta semana” “¿ya es tiempo de que tenga un orgasmo? No me gusta esta posición, ¿le digo o no le digo? No, que tal si se enoja. Pero yo quiero estar de lado ¿Realmente sentí un orgasmo? No creo, no es como me dijo mi amiga que lo sintió ella. ¿Qué pendientes tengo con ella? ¿Cómo? … ¿Ya se terminó?... ¿Y mi orgasmo?... Hay pa´ la otra. etc. etc. etc. ¿te queda claro como divagamos en nuestra mente?
Una persona que es controladora, es mentalmente controladora, corporalmente controladora, sexualmente controladora, le es difícil disfrutar corporalmente; una persona que no está acostumbrada a pedir lo que realmente necesita es una persona que vive con deseos y motivos insatisfechos en cualquier ámbito de su vida, incluyendo el sexual.
Es necesario hacerle caso al cuerpo, conocerlo, aprender a tocarlo, el orgasmo por medio de la estimulación del clítoris puede llegar a ser muy placentero si varías la intensidad y el tiempo de estimulación. Nunca estimules el clítoris en seco ni directamente, o con mucha fuerza, porque puede ser muy molesto; usa un poco de saliva, aceite para bebé o lubricante a base de agua, acarícialo por los lados; varía la manera de tocarlo hasta que descubras cómo es más placentero. Ten paciencia, la práctica hace a la maestra.