Es importante cuidar la perforación independientemente en qué parte del cuerpo te la hiciste, recuerda que es una herida, así que es necesario observar que no se infecte ni tenga pus.
LIMPIEZA
Las perforaciones corporales se deben de limpiar una o dos veces al día durante el proceso de cicatrización, no más de dos veces para evitar irritaciones, lo más recomendable es hacerlo en la mañana y en la noche.
Usa jabón neutro y agua, nunca toques una herida con las manos sucias ya que puedes provocar infecciones.
Antes de mover el arete o el accesorio, humedece la zona con agua caliente, con algodón remueve las costras que se formaron alrededor del accesorio.
Aplica un poco de jabón sobre la zona. Limpia el área y la joyería, gira la pieza varias veces, suavemente hacia adelante y atrás para que el jabón penetre en la perforación.
Enjuaga muy bien con agua para que no queden residuos, mueve el accesorio que te colocaste para que salgan los residuos de jabón. Seca con una toalla desechable y tírala a la basura.
Necesitas seguir limpiando hasta que la herida sane, que deje de salir un líquido entre blanco y amarillo, este líquido es normal, el tiempo de cicatrización varía de una persona a otra.
