Mi mamá me dijo que si alguna vez (esperemos que no) me violan, que yo mejor me ponga ahora si que “flojita y cooperando”, porque si no, te pueden lastimar más ¿Es cierto? Brenda 11 años.
Lamentablemente cuando una persona es violada, se puede encontrar en una situación en donde el agresor abuse de su fuerza física y golpee o use algún objeto para herir a la persona agredida. Tanto hombres como mujeres estamos expuestos a este peligro.
Entre los daños corporales podemos encontrar cortadas y moretones, así como dolor y sangrado vaginales. Si a la persona se le obliga a tener sexo oral puede tener irritación o daños de garganta, si es obligada a tener coito anal puede sufrir sangrado y dolor en el recto.
No todos los violadores recurren a la violencia física, hay quienes se valen de la violencia psicológica y emocional, en donde seducen a su víctima, la convencen de que él o ella es su amigo(a), para después abusar sexualmente de esa persona; si el violador es un familiar o amigo de la familia, puede violar a su víctima varias veces durante años, de tal manera que la víctima puede llegar a sentir en algún momento excitación, y hasta disfrutarlo; sin embargo, eso no quiere decir que tenga la capacidad de estar de acuerdo, mucho menos si se trata de niños o adolescentes, lo que sucede es que el cuerpo reacciona ante los estímulos que se le presentan, lo cual es diferente a dar su consentimiento, y esta sensación llena de culpa y vergüenza a la víctima.
Una persona violada puede sufrir psicológica y emocionalmente al culparse de lo que le pasó, al tener recuerdos alucinatorios, pesadillas, al querer evitar pasar por el lugar donde se llevó a cabo la violación; puede tener dificultad para dormir, para concentrarse, estar irritada (o), perder su autoestima, dejar de confiar en la gente, cambiar su forma de ser.
Los daños ocasionados al cuerpo de una persona en una violación son muy graves, aunque es todavía mayor el sufrimiento ocasionado por la familia y la sociedad, ya que puede ser señalada, tratada como si ella fuera la delincuente, algunos llegan a echarle la culpa por ser violada, también el violador la(lo) culpa y la(lo) responsabiliza; existen familias que no permiten que deje atrás ese capítulo en su vida, ya que se la pasan recordándole a cada momento lo que le pasó, diciéndole que a partir de ese suceso, la vida tanto de ella como de la familia está arruinada, y eso pesa más que un golpe en la cara o en el cuerpo.
En ocasiones es mayor el daño que provoca la familia a la persona violada con el trato que le dan y sus comentarios, que el daño físico sufrido. Para poder superarlo necesita aceptar lo que le sucedió, reconocer que no fue su culpa, vivir con ese recuerdo sin que le haga más daño y que no la detenga para darse la oportunidad de seguir viviendo. Esperemos, como dice tu mamá, no te encuentres en esa situación.