Para poderte contestar permíteme contarte que a lo largo de la historia podemos encontrar diferentes culturas, ritos, costumbres, etc. en donde
varía mucho lo que es considerado como bueno o malo.
En la edad media el señor “feudal” tenía el derecho de “desflorar” (quitarle la virginidad) a la novia de cualquier vasallo que se casara en sus tierras y el marido recibía a su esposa ya no siendo virgen, esa era la ley.
Cuando se comenzó a darle mayor importancia a la propiedad privada (fuera poco o mucho lo que se tuviera), entonces también se le exigió a la mujer ser virgen hasta el matrimonio, de esa manera se aseguraba que el primogénito fuera realmente hijo del esposo, y no del vecino o de algún enamorado de la mujer, ya que ese hijo era quien heredaría las propiedades, las cuales podrían ser tierras, una casa, ganado, una vaca, unos muebles, etc.
En México, desafortunadamente en algunos lugares, después de la noche de bodas, el hombre debía colgar en la ventana la sábana nupcial (que debía tener una mancha de sangre) para que todos vieran que la novia era virgen, en otros lugares colocaban una olla de barro y al otro día la rompían si la mujer era virgen, en otros lugares cuando una joven se va a casar, la pasean por el pueblo en una carreta para que si alguien sabe alguna cosa por la cual ella no se pueda casar lo diga antes del matrimonio, y todo esto nos viene precisamente del cuidado de la sociedad por la propiedad privada, y que nos lavaron tan bien el coco que creemos que es por “decencia”, por “cuidar las buenas costumbres”, siendo que
su origen fue mas bien por conveniencia, por cuidar no a la mujer, si no a los bienes materiales.
Ahora bien, cuando hablamos de
virginidad nos estamos refiriendo a esa pequeña membrana que se encuentra a la entrada de la vagina, y que recibe el nombre de himen, el cual se espera que se desgarre en la primera relación sexual y que la mujer tenga un pequeño sangrado, señal de ser virgen.
Mi respuesta con relación a si es malo no ser virgen antes del matrimonio es la siguiente:
No es malo no ser virgen, ya que está demostrado que algunas niñas nacen sin himen o con un himen tan amplio que no tiene necesidad de desgarrarse, otras pueden rasgar esa membrana al hacer deportes y no se dan cuenta, por lo que siguen su vida normalmente; otras mujeres al tener la primer relación sexual con penetración, el himen no se rompe, sino que se estira para darle espacio al pene, se hace más amplio el orificio, por lo cual no tienen sangrado, algunas más que gustan de “meterse el dedo” pueden con esta práctica estirar el himen y evitar el sangrado en el primer coito. También hay mujeres que tienen himen imperforado, es decir, que está totalmente cerrado, este tipo de himen es cortado por un médico para que la mujer no sufra dolor al momento del primer coito, es decir que es “desflorada” por un instrumento quirúrgico.
Cabe señalar que el esperar para tener relaciones sexuales es algo que se le exige más a la mujer que al hombre; se nos enseña que debemos darnos a respetar para ser consideradas “mujeres decentes”, es decir, existe una doble moral en la cual se espera que el hombre adquiera experiencia antes del matrimonio y que la mujer si es “buena mujer” se debe aguantar hasta el matrimonio. Se le da mucha importancia a la penetración vaginal, sin embargo se puede disfrutar de una vida sexual activa sin que exista una penetración, como puede ser el sexo oral, un “faje” bien aprovechado, caricias en todo el cuerpo, ricos besos, masturbación, entre otras.
Es importante recobrar el valor de una mujer como persona, como un ser que siente, que sueña, que tiene metas y anhelos, y no que su valía se encuentre en una pequeña membrana sobrevalorada, recordemos que no sólo somos cuerpo, también somos espíritu y alma.