Para empezar es necesario diferenciar entre la cirugía estética de la vulva
(órganos sexuales pélvicos externos) de la vagina (órgano sexual pélvico
interno) ya que aunque se usan como sinónimos, no es lo mismo.
La
vaginoplastia es una cirugía hecha en la vagina, la cual
se encuentra al interior del cuerpo, se reduce el diámetro de la vagina, es
decir, se corta parte del músculo vaginal para hacerlo más angosto y que de la
sensación de que “aprieta más” al pene en la relación, en algunas páginas de
Internet hacen creer a las mujeres que la vagina se aguada y tiene exceso de
mucosa vaginal, lo cual es una barbaridad, ya que la vagina es un músculo que
puede ejercitarse y tener la suficiente fuerza para apretar un pene sin
importar el número de hijos que se tengan y la mucosa que produce es la que su
cuerpo necesita para limpiar la entrada de la vagina.
La
labioplastia es una cirugía en los labios menores o
mayores. Algunas mujeres quieren tener los labios mayores más “gorditos” así
que les inyectan grasa de alguna otra parte de su cuerpo, si los quieren tener
más “flacos o aplanados" les quitan grasa como si fuera una liposucción.
Con relación a los labios menores algunas otras mujeres piensan que los
tienen “demasiado largos”, así que van a que “se los recorten”
como si fuera algo que les sobra; el que
sobresalgan los labios menores es algo normal, sólo que nos hacen creer que no
es estético, que para que se vean bien
¡NO
SE TIENEN QUE VER!
El problema es que no se trata de cortar por cortar, es necesario que la persona
que lo realiza sea un(a) urólogo(a) ginecólogo(a) con especialidad en cirugía
plástica, esto es para que sepa de qué manera va a afectar este corte tanto en
la vulva como en la vagina al funcionamiento sexual de la persona; en algunas páginas
se promociona que se tendrá un mejor placer sexual al cortar los labios menores o reducir el diámetro de la vagina, resulta todo lo contrario al dañar los nervios de la zona vaginal, no se a
quién se le ocurrió que se necesitan unos labios menores recortados para poder
disfrutar del sexo, ponerse unos pantalones ajustados, un traje de baño o usar
tanga, es absurdo.
Este tipo de cirugías mal hechas pueden dejar al descubierto
el clítoris, tener menos sensibilidad por la cicatriz o cicatrización anormal o
dolor, la cicatrización puede tardar hasta 18 meses, desgarros por malas suturas, falta de simetría, dolor durante las
relaciones sexuales, problemas al parir naturalmente, hemorragias o desgarres, por
lo que se recurre a la cesárea. Puede provocar cistitis, que es una infección en la vejiga y puede causar molestias en las relaciones sexuales.
Un dato curioso es que “los investigadores del estudio de la Escuela Universitaria
de Londres señalan que es muy probable que la raíz de las incomodidades con la
forma de la vulva sea de tipo psicológico; y, cuestionando el fundamento ético de dichas operaciones,
aseguran que estas inseguridades y ansiedades
"son causadas por la
presión social y la publicidad".
Desde mi punto de vista si una mujer necesita este tipo de operaciones para mejorar su autoestima, es mejor que busque un(a) especialista de preferencia que sea ginnecólogo(a) y no se deje llevar por un precio económico o por un discurso de cualquier cirujano plástico que no sabe cuáles pueden ser las consecuencias de la modificación de esta o cualquier otra parte del cuerpo, que busque una segunda y hasta una tercera opinión antes de acceder a la cirugía.
Tu eres dueña de tu cuerpo y tienes derecho a cuidarlo.
(imagen tomada de la red)